Presentación de ambos equipos que disputaban esta fecha de la Tercera División. Se medían Lealtad, más que líder, y CD Mosconia, que retaría a la bestia en el duelo.

El león buscó los goles en el primer tiempo, dicho esto así marcó dos de ellos antes del descanso, pero no se dejó amilanar el equipo de Grau.

En zona defendía el Mosconia la labor futbolística del Lealtad. Jugaron cómodos, siendo mejores en ataque y con la características de ser los más proactivos en el partido, como ya es costumbre verlo. Así vino el primero gol, minuto 14', jugada donde se pedía penalti para Steve Ekedi que caía en el área, pero dejó seguir el referí y he ahí cuando Mike Cantave puso los nervios de punta a la fanaticada de el Vega de Anzo. ¡GOL!

Ya una parte del partido resuelto, y con un viento que de momentos afectaba bastante el movimiento del balón, Lealtad siguió buscando el otro tanto. Con todo y eso, en el 34' Juan Carús tuvo la de los moscononenses, profundizando en ataque hasta llegar a Bussmann, quien pudo sacar el disparo chutado en el primer palo.

Ya en la segunda parte las cosas tuvieron un poco de contraste, con la victoria parcial 0-2 de los visitantes. El local adelantó líneas y sus formas de atacar ante los 
dirigidos por Clemente Sánchez, que tuvieron un segmento de tiempo algo conformista, fueron gestando ese algo inexplicable que hace que el fútbol sea una pasión.

Ello produjo que al 52', en un saque de esquina, Pelayo Pedrayes tocara el balón con la mano y fuera declarado un penalti, cobrado por José Remuñán, y que esta vez sería imposible para Bussmann bloquearlo. 1-2.

El partido fue otro en este segundo tramo. Mosconia creía en la igualada. Dejaba pruebas y fe de ello en una jugada por el 72' cuando Vicente cabeceó un balón pero cayó a las manos de Björn Bussmann.

Aún así en el 90' sobró par de ocasiones para los de Grado que no supieron capitalizar ni Alberto Secades ni Vicente.

Extra time. 96 +, es uno de esos partidos que extremece tus sentires, que te dice que vale la pena ver fútbol en cualquiera de sus categorías, allí señores el principal decretó una mano a punto de entrar al área de penalti, y cobró el majestuoso y mágico tiro libre José Remuñán que dejó sin respuesta, en un ¡GOLAZO!, a Bussmann para que al final quedaran a tablas por dos. 

(Ronald Villarroel)